No fue fácil elegir uno, pero aquí está. Este poema representa muchas cosas, y representa uno de los pocos escritos de él que hoy me animo a publicar a modo de homenaje, sin temor a que sea interpretado como mensaje de amor para quien no lo es, en es esta ocasión.
No es que no quiera darle mensajes de amor a aquella persona que los espera. Es sólo que hoy le toca a él, y no veo una mejor forma de homenajearlo que con su propia hermosura.
Hay muchos poemas hermosos de él, y hay otros que significan mucho más para mi, pero os aliento a que lo investiguen por ustedes mismos.
Para los hombres sensibles que lo recuerden en este día, y para quienes a pesar de todo defendemos la alegría:
No es que no quiera darle mensajes de amor a aquella persona que los espera. Es sólo que hoy le toca a él, y no veo una mejor forma de homenajearlo que con su propia hermosura.
Hay muchos poemas hermosos de él, y hay otros que significan mucho más para mi, pero os aliento a que lo investiguen por ustedes mismos.
Para los hombres sensibles que lo recuerden en este día, y para quienes a pesar de todo defendemos la alegría:
Defender la alegría como una trinchera
defenderla del escándalo y la rutina
de la miseria y los miserables
de las ausencias transitorias
y las definitivas
defender la alegría como un principio
defenderla del pasmo y las pesadillas
de los neutrales y de los neutrones
de las dulces infamias
y los graves diagnósticos
defender la alegría como una bandera
defenderla del rayo y la melancolía
de los ingenuos y de los canallas
de la retórica y los paros cardiacos
de las endemias y las academias
defender la alegría como un destino
defenderla del fuego y de los bomberos
de los suicidas y los homicidas
de las vacaciones y del agobio
de la obligación de estar alegres
defender la alegría como una certeza
defenderla del óxido y de la roña
de la famosa pátina del tiempo
del relente y del oportunismo
de los proxenetas de la risa
defender la alegría como un derecho
defenderla de dios y del invierno
de las mayúsculas y de la muerte
de los apellidos y las lástimas
del azar
y también de la alegría
defenderla del escándalo y la rutina
de la miseria y los miserables
de las ausencias transitorias
y las definitivas
defender la alegría como un principio
defenderla del pasmo y las pesadillas
de los neutrales y de los neutrones
de las dulces infamias
y los graves diagnósticos
defender la alegría como una bandera
defenderla del rayo y la melancolía
de los ingenuos y de los canallas
de la retórica y los paros cardiacos
de las endemias y las academias
defender la alegría como un destino
defenderla del fuego y de los bomberos
de los suicidas y los homicidas
de las vacaciones y del agobio
de la obligación de estar alegres
defender la alegría como una certeza
defenderla del óxido y de la roña
de la famosa pátina del tiempo
del relente y del oportunismo
de los proxenetas de la risa
defender la alegría como un derecho
defenderla de dios y del invierno
de las mayúsculas y de la muerte
de los apellidos y las lástimas
del azar
y también de la alegría
Mario Benedetti
Defensa a la alegría
Defensa a la alegría