Thursday, August 05, 2010

Sala de espera

Hace unas semanas la crudeza del invierno, me llevó a una consulta por gripe mal curada.

Mientras espero sentado en la guardia de un hospital estoy rodeado de unas cuantas personas. Parece que miro pero no miro y en realidad estoy intentado mirar pero parece que no.

Hay un televisor en la esquina del cuarto, muy bien amoblado.

¡Pero claro que no miro la tele! ¡yo miro a las personas!, te miro a vos, la miro a ella, al señor de más acá, a la nena de más allá, pero sobre todo a vos.

Aunque vos no me mires, yo te miro y no respondés, no acusás recibo. Las personas son mucho más entretenidas de mirar que la tele. Les pasan más cosas, les duelen las cosas. Quizás es más cómodo mirar la tele, no despierta tensión, no llama la atención quien la mira.
No hay una conquista, no hay una infidelidad, no existe una infamia o una inmoralidad. En general, los contenidos que se ven en la tele, tampoco generan controversia, increíblemente no genera controversia. Que por la tele se diga mentiras o que no sea interesante lo que se dice, a nadie llama la atención, a nadie le indigna. En cambio que yo te mire fijo, a vos, te pone nerviosa. A mi, me hace quedar mal. A la señora le facilita una mueca que ni a ella le gustaría ofrecer. A la tele no le pasa nada, no cambia, muestra imágenes pero no cambia, nada. No es como el modelo vivo, como vos o como yo, cada uno con su historia, sus amores, sus angustias particulares.
Pero hay un problema: me veo obligado a hacer como que miro la tele cada tanto. E incluso a mirarla. Parece que está mal visto mirar a los otros o tal vez es una idea mia, forma parte de mi paranoia. La cosa es que de cualquier manera hay quien dice que existe un placer en esto de esquivar al otro, de seducirlo, de buscarlo como sin querer. Yo por ahora mas que nada sufro al evitarte, evitarnos, rozarnos, sin tocarnos.
Es como que no termino de entender esto. Este no-lenguaje, este ruido forzado o distancia a propósito aun cuando quizás ni vos ni yo queremos estar lejos. Nos alejamos y no queremos evitarlo tampoco, queremos sufrir o queremos conquistar, deseamos que se nos desee para nunca ceder o al menos eso aprendí yo, a no caer en la tentación. Igual que vos, por motivos diferentes, pero al final es lo mismo, ninguno llega al otro. Y continuamos en esta danza sin gracia, un poco desgraciados. Ya van a surgir los enamorados a decirme, y a retarme. Ya sé que existen casos donde finalmente el amor se da, casos en que esto no ocurre y las personas finalmente se acercan. Yo mismo lo he vivido alguna vez, lo sé. Pero me refiero a la mayoría de las veces, en que nos quedamos solos sin más, habiendo tanta otra gente, también como nosotros, sin querer, mirando la tele.

Agregado el 06/10/10:

Sé que cuando pase algún tiempo, tal vez unos años, tal vez unos meses, no voy a entender, o no me va a gustar algo de lo que escribí en este envío. Hoy sé más o menos por qué lo escribí, habla sobre el lenguaje, el no lenguaje y la dificultad para comunicarme. Ya habrá quien quiera combatir mi idea de que uno se comunica con ruido por este medio no verbal de las miradas. Quizás es solo una idea mia dado que no creo ser alguien que maneje con soltura, en realidad este idioma. Tal vez, y tengo esperanzas de que así sea, dentro de unos años vaya prefiriendo el lenguaje corporal al hablado o al escrito, o que cada vez prefiera callarme más, y cada vez disfrute mejor de esa conquista. Pero por ahora debo ser sincero y admitir que todo lo que dije lo sostengo y mantengo mi convicción de que no es fácil soportar la distancia, que puede ser sensual, claro pero no lo es tanto, quizás por el ruido extra que generan la tele, los telefonos, y todos esos progresos que hoy nos rodean. Es a esto principalmente que apunta el "artículo" si se me permite llamarlo así, más que a otra cosa. Espero no ser mal interpretado, dentro de unos meses, aunque sea por mi mismo.

Tuesday, October 27, 2009

Sobre hongos y yuyos


En la vida todos vivimos algunas cosas desagradables, todos la hemos pasado mal alguna vez. Hemos estado expuestos a situaciones contaminantes y hemos salido con un poquito menos de vida.
Dentro nuestro, fueron creciendo Flores y Yuyos. También han nacido hongos repodridos de los que mejor ni hablar.
Nadie habla de los hongos que lleva dentro, pero solemos ponerlos de manifiesto por diversas causas. Una de las formas de manifestar las podredumbres, es escupiendo sus venenos.
En una discusión, tengamos o no "razón", todos solemos creer que tenemos razón. El problema de mezclar argumentos con veneno, es que la otra persona se intoxica y agrega su propio veneno a la conversación. Más tarde, los argumentos pierden peso y sólo queda veneno contra veneno.

En una competencia de venenos, no gana el más virtuoso, el más lindo o el más bueno. Gana el que la pasó peor en la vida y tuvo mayor posibilidad de llenarse de hongos.

Un tipo obeso que trabaja de policía, para una empresa de seguridad privada, presta servicio en la Biblioteca Nacional. Hoy me impidió tomar mate como siempre lo hacía, en la sala de lectura "con material propio" (No hay libros que puedan estropearse allí). Es una nueva medida con menos de una semana que seguramente él no eligió imponer.

Habiendo acabado de pagar por el agua caliente (cuyo caracter de caliente, no es duradero en un termo de plástico). Y con muchas ganas de tomar mate, obviamente la noticia no me cayó en gracia.
Por mi cara de decepción y búsqueda de complicidad, supongo, el guardia accedió a dejarme pasar con el termo, a condición de que lo guardáse y no lo usara.

Pensé en las posibilidades de iniciar una discusión, o de mentir y usar el termo una vez establecido en la sala. Seguramente me hubiese ganado una digna competencia de venenos, que no tenía por qué terminar bien. Luego de cuestionar la medida y dejarle claro mi desacuerdo al guardia, elegí irme al bar de la biblioteca. En dónde pude tomar mate y estudiar tranquilo sin otro yuyo que los elegidos para condimentar la infusión.

Arte recomendado:
Tema: Jardín de gente
Album: L. A. Spinetta y Los Socios del Desierto (1997)


Monday, May 18, 2009

Homenaje


No fue fácil elegir uno, pero aquí está. Este poema representa muchas cosas, y representa uno de los pocos escritos de él que hoy me animo a publicar a modo de homenaje, sin temor a que sea interpretado como mensaje de amor para quien no lo es, en es esta ocasión.
No es que no quiera darle mensajes de amor a aquella persona que los espera. Es sólo que hoy le toca a él, y no veo una mejor forma de homenajearlo que con su propia hermosura.

Hay muchos poemas hermosos de él, y hay otros que significan mucho más para mi, pero os aliento a que lo investiguen por ustedes mismos.

Para los hombres sensibles que lo recuerden en este día, y para quienes a pesar de todo defendemos la alegría:

Defender la alegría como una trinchera
defenderla del escándalo y la rutina
de la miseria y los miserables
de las ausencias transitorias
y las definitivas

defender la alegría como un principio
defenderla del pasmo y las pesadillas
de los neutrales y de los neutrones
de las dulces infamias
y los graves diagnósticos

defender la alegría como una bandera
defenderla del rayo y la melancolía
de los ingenuos y de los canallas
de la retórica y los paros cardiacos
de las endemias y las academias

defender la alegría como un destino
defenderla del fuego y de los bomberos
de los suicidas y los homicidas
de las vacaciones y del agobio
de la obligación de estar alegres

defender la alegría como una certeza
defenderla del óxido y de la roña
de la famosa pátina del tiempo
del relente y del oportunismo
de los proxenetas de la risa

defender la alegría como un derecho
defenderla de dios y del invierno
de las mayúsculas y de la muerte
de los apellidos y las lástimas
del azar
y también de la alegría


Mario Benedetti
Defensa a la alegría

Tuesday, March 24, 2009

Sueños / Realidad


¡Que increíbles son los sueños!

Algunas veces se da, que las personas que participan en nuestros sueños, existen en la realidad presente. Otras ocurre que no; pero cuando existen, puede suceder que los trabajos de estas personas, sean siempre los mismos para cierta persona, aún no siendo estos, los trabajos reales de dichas personas, o las casas donde viven las personas, o los lugares que frecuentan, puede que sean siempre los mismos, sin ser necesariamente las casas ni lugares de esas mismas personas en la vida real. En los sueños uno crea un mundo, es decir crea, mundos paralelos al presente. También ocurre esto con los estímulos que uno recibe durante el sueño, que pueden ser suavemente incorporados y amortiguados en el mismo através de alguna bizarra distorción.

A modo de ejemplo, les cuento el sueño que tuve hoy: Mi amigo Raúl trabajaba en una inmobiliaria (¿o una pequeña agencia de viajes?). Hace varios sueños que Raúl trabaja en la misma inmobiliaria. La inmobiliaria está ubicada en un edificio justo al lado de donde vive la novia de Raúl. Es un local que da a la calle, todo vidriado, con una puerta escondida detrás de una pared en L, tras la cual hay un pequeño bañito y una habitación con una cama de dos Plazas. En la habitación que da a la calle, hay un escritorio y dos sillones enfrentados enfrentados a el. En fin, la estructura típica de un local dando a la calle.
Resulta que Raúl anda mucho en bici en este sueño (En la realidad el que anda en bici soy yo, y no el), Raúl estaba con su bici y con su novia, y queríamos entrar al departamento de su novia, pero no queríamos dejar la bici allí. Por lo que mi amigo decidió dejar su bici en la inmobiliaria donde trabaja, aprovechando el tener las llaves de la oficina y el hecho de que (siendo sábado a la noche) estaba la persiana baja y no se ve desde afuera.

Ingresamos a la inmobiliaria, teniendo una gran sensación de estar cometiendo un delito y de que todo debía ser sumamente rápido y silencioso. Raúl apoyó la bici escondíéndola contra la pared del fondo y dijo: "ya está, salgamos". En ese momento yo ya había tomado una palm que había sobre el escritorio y me había puesto a curiosear (des-armar), en cuanto Raúl da la orden para salir, yo ya tenía más de una piezita del dispositivo en mis manos, desarmado, en particular, se me había salido toda la membrana del teclado y las teclitas se iban cayendo una a una de su armazón al piso. Me puse cuidadosamente a rearmar el teclado de la palm para dejarla como estaba. Mientras tanto, todos me miraban atentos y un poco enojados (Raúl y su novia) esperando a que yo termine con mi tarea, para irnos y no estirar más el momento de la infracción. En eso suena un timbre, y todos nos alteramos, entonces; la novia de Raúl empezó a gritar: "¡Nos descubrieron!, ¡Nos descubrieron!" Empezamos a mirar por las rendijas diminutas de la persiana, cuando, de repente, se abre la puerta de mi cuarto y oigo a mi padre que dice: "¡Llegó Sabrina!", despertándome de ese mundo del que no tuve muchos problemas para irme, sin mayor adaptación.


Nota: El nombre de Raúl fue alterado a pedido de Raúl.

Thursday, March 12, 2009

Modos de cortar Tomate

Es cierto que últimamente el mercado agrícola, ya no es lo mismo. Ya no tenemos la posibilidad de contar en nuestras urbes con aquellas naturalmente coloridas y hermosas frutas frescas disponibles en la tienda de la esquina. Pero propongo que podamos sobrevivir, aunque con menor calidad de vida, ante la adversidad y logremos trocear nuestros tomates para fabricar una ensalada.

No sé qué es lo que chingada le estén poniendo a los tomates que compro últimamente, pero su piel ya no es fuerte, suave y fácil de cortar.

Es probable que el cuchillo tienda a hundirse en la moderna cuerina que estos engendros traen por piel. Quizás alguien intentó con los del tipo “serrucho” y se encontró con la novedad de que los mismos se aferran a la piel y tienden a desgarrarla más que cortarla.

El método que descubrí, comienza de la siguiente manera: tomar el tomate con una mano y con la otra cortar por la mitad, con una cuchilla, grande, sin serrucho, en lo posible muy bien afilada. La manera correcta sería sostener casi todo el peso de la cuchilla en la mano, sin permitirse hacer ninguna fuerza sobre la cáscara. Dejar que el cuchillo viaje por la superficie con suavidad, solamente haciendo uso del filo, siempre en una sola dirección y sin aplicar presión alguna.

Una vez que tenemos dos mitades a disposición, el trabajo de picado del tomate, continuaría, con una de las dos.

Se debe apoyar dicha mitad sobre la tablita, con su nueva cara plana apuntando hacia abajo. En ésta posición, es posible realizar varios cortes longitudinales para obtener las correspondientes medialunas de tomate. Nuevamente la clave es no presionar para que sólo trabaje el filo y no la fuerza aplicada por la mano.

Una vez cortado en semicilindros, se debe repetir el proceso, tomando como dirección, una perpendicular a la anterior.

Una vez terminada una mitad sin grandes destrozos, ud. puede darse por satisfecho. Debería repetir el procedimiento con la otra mitad. Algún proceso similar sufrirá la zanahoria, lechuga, palta, etc que conformará finalmente la ensalada que debería ahora si, dejarlo satisfecho y bien alimentado.




Thursday, April 10, 2008

Tensión en las Conversaciones

Desnudando a Mariano I:

Buscando datos para reconstruir lo que soy, lo que fuí y repasando lo que seré
encontré este texto que hoy por hoy me resulta entre divertido e íntimo, seguramente no tiene mucha importancia para quien no me conozca, pero otros, van a reconocer en el, algunas de las características que habrán notado sin terminar de comprender en mi.

Bueno, otra vez no fui claro, vean por qué:

Muchas veces, me limito yo, a vivir la vida, observando, interpretando y entendiendo todas las situaciones y los motivos de los hechos en mis relaciones con otras personas. Muchas veces me dejo llevar por un antiguo vicio mío y permito que los hechos transcurran sin quitarle lugar a las mal interpretaciones. Confiado, en que las personas, tarde o temprano me van a respetar y valorar, únicamente por lo que yo soy, incluso a pesar de lo que yo diga o demuestre ser. Lo que yo soy no puede cambiar por como yo hable o por como yo elijo callar. Siento que si no es hoy, será mañana, todos algún día me descubrirán y se arrepentirán de haberme tratado de acuerdo a lo que yo parecía ser, y querrán tenerme cerca para tratarme de acuerdo a como soy. Este aspecto de mi ser, se hace notar incluso en una charla conmigo, donde suelo tener la costumbre de permitir confundirse a las personas (y pasé un largo período de mi vida adicto a esta sensación) evitando la comprensión total de mis palabras hasta un último momento. He estado hablando durante minutos, sin permitir que nadie comprenda nada, sabiendo que todo el tiempo faltaba aquel detalle esencial, aquella “clave” que llevaría a todos a la comprensión de mi discurso. Motivos hay muchos, esa maravillosa sensación de tener el control de la información y el conocimiento, brindando al comienzo solo las herramientas y la infraestructura periférica de un razonamiento, para recién colocar la llave central que pone en marcha la maquinaria de la transferencia del pensamiento, en el momento que yo considere adecuado y las personas estén listas según mi criterio. Como quien coloca la cereza, en la cima del postre, yo me complazco en entregar TODO lo necesario para la comprensión sobre el final de mi discurso, quizás con motivo de poner a prueba a mi interlocutor y solo brindarme si es apto en paciencia y fortaleza de espíritu para aguardar mi desenlace. Este vicio, de llevar las cosas a un extremo, es divertido de ejercer, pero es potencialmente peligroso, ya que produce un aumento de tensión en las discusiones, que no se aliviana hasta el momento de la entrega final. Más de una vez, un vínculo se cortó, una cadena se rompió, antes de que el engranaje termine de girar y esto significó para mi, la pérdida de una relación. Más allá de obligarme a entender, aprender y ejercer el desapego, finalmente creo que esta es una de las desventajas de ser yo mismo, la que he de aceptar o perecer.

Recordar que es un copy&paste de algun que otro (aunque vigente) texto viejo escrito por mi, por lo que puede contener errores no habituales en la version actual del abajo firmante.

Mariano

Thursday, January 03, 2008

La Inseguridad


Analizando sistemáticamente las causas que ocasionan los diferentes problemas de la sociedad que me rodea y luego de un exhaustivo estudio, llego atónito a la conclusión de que el mayor de los males que azota en este momento a los argentinos (y no se si al mundo), es la inseguridad.


No la inseguridad en cuanto a lo delictivo, no la inseguridad en cuanto a vigilancias, alarmas y sistemas de control que nunca bastan, sino la inseguridad en cuanto a la falta de seguridad emocional, estabilidad intelectual o firmeza de ánimos, los más profundos miedos humanos.

La inseguridad, es quien, en realidad, engendra todas las violencias, es quien produce los enfrentamientos. Principalmente aquella que pone en evidencia el temor a no ser autónomo, a no poderse valer por uno mismo, a no poder defenderse, a no ser capaz de sobrevivir a las adversidades. Cuando alguien no está seguro-de sí-mismo, es cuando ataca, es cuando el “ataque preventivo” entra en acción, es cuando la derecha reacciona, es cuando la mujer convierte su frescura en agresividad, es cuando el desamparado y desesperado roba y huye.


Inseguridad es la que sufre el ladrón que sale a robar por miedo a que lo coman sus propios demonios, por miedo a no ser capaz de trabajar de otra cosa para conseguir el sustento para alimentar a su familia, o para saciar su vicio.


Si todos fuéramos un poco más conscientes de nuestro inmenso valor como seres humanos, máquinas vivientes capaces de pensar, hacer deshacer y modificar a voluntad, estaríamos un poquito más cerca de vivir en un mundo perfecto.


Mariano Martín Fresno


Recomendación (Cine) : Vea la película Zeitgeist, me inspiró y reforzó gran parte de los pensamientos que aquí sostengo. (búsque en google)