
Extracto del libro on-line: "Niels Bohr: científico, filósofo, humanista"
ver: "Física, la ciencia para todos"
Me sorprendieron mucho, de este fragmento, dos partes: Una en la que se habla de 'las aventuras del atomo' realmente me cuesta creer que un atomo no sufra cambios, no le queden sicatrices, como nos han de quedar a nosotros cuando nos golpeamos, cuando nos lastimamos o cuando nos enamoramos. Si es así realmente habrá que empezar a desestimar aquellos dolores tan fuertes que a veces parecen paralizarnos, pensando que en el fondo, nuestros atomos están intactos.
"La historia la escriben los que ganan, pero ni nuestros atomos dan cuenta de ello."
Lo otro que me sorprendió es la forma de admiración que demuestra un físico experimental como Rutherford hacia Bohr, por el hecho de ser deportista. Creo que realmente un deportista (y en especial un futbolista) tiene algo de científico que no tienen muchos fisicos, y es esa relación con el mundo real que se desarrolla solo en contacto con el juego, calculos mentales que se hacen inconcientemente, profundo conocimiento espacial de los elementos del juego, mayor precisión para aplicar fuerzas, etc.