Tuesday, March 24, 2009

Sueños / Realidad


¡Que increíbles son los sueños!

Algunas veces se da, que las personas que participan en nuestros sueños, existen en la realidad presente. Otras ocurre que no; pero cuando existen, puede suceder que los trabajos de estas personas, sean siempre los mismos para cierta persona, aún no siendo estos, los trabajos reales de dichas personas, o las casas donde viven las personas, o los lugares que frecuentan, puede que sean siempre los mismos, sin ser necesariamente las casas ni lugares de esas mismas personas en la vida real. En los sueños uno crea un mundo, es decir crea, mundos paralelos al presente. También ocurre esto con los estímulos que uno recibe durante el sueño, que pueden ser suavemente incorporados y amortiguados en el mismo através de alguna bizarra distorción.

A modo de ejemplo, les cuento el sueño que tuve hoy: Mi amigo Raúl trabajaba en una inmobiliaria (¿o una pequeña agencia de viajes?). Hace varios sueños que Raúl trabaja en la misma inmobiliaria. La inmobiliaria está ubicada en un edificio justo al lado de donde vive la novia de Raúl. Es un local que da a la calle, todo vidriado, con una puerta escondida detrás de una pared en L, tras la cual hay un pequeño bañito y una habitación con una cama de dos Plazas. En la habitación que da a la calle, hay un escritorio y dos sillones enfrentados enfrentados a el. En fin, la estructura típica de un local dando a la calle.
Resulta que Raúl anda mucho en bici en este sueño (En la realidad el que anda en bici soy yo, y no el), Raúl estaba con su bici y con su novia, y queríamos entrar al departamento de su novia, pero no queríamos dejar la bici allí. Por lo que mi amigo decidió dejar su bici en la inmobiliaria donde trabaja, aprovechando el tener las llaves de la oficina y el hecho de que (siendo sábado a la noche) estaba la persiana baja y no se ve desde afuera.

Ingresamos a la inmobiliaria, teniendo una gran sensación de estar cometiendo un delito y de que todo debía ser sumamente rápido y silencioso. Raúl apoyó la bici escondíéndola contra la pared del fondo y dijo: "ya está, salgamos". En ese momento yo ya había tomado una palm que había sobre el escritorio y me había puesto a curiosear (des-armar), en cuanto Raúl da la orden para salir, yo ya tenía más de una piezita del dispositivo en mis manos, desarmado, en particular, se me había salido toda la membrana del teclado y las teclitas se iban cayendo una a una de su armazón al piso. Me puse cuidadosamente a rearmar el teclado de la palm para dejarla como estaba. Mientras tanto, todos me miraban atentos y un poco enojados (Raúl y su novia) esperando a que yo termine con mi tarea, para irnos y no estirar más el momento de la infracción. En eso suena un timbre, y todos nos alteramos, entonces; la novia de Raúl empezó a gritar: "¡Nos descubrieron!, ¡Nos descubrieron!" Empezamos a mirar por las rendijas diminutas de la persiana, cuando, de repente, se abre la puerta de mi cuarto y oigo a mi padre que dice: "¡Llegó Sabrina!", despertándome de ese mundo del que no tuve muchos problemas para irme, sin mayor adaptación.


Nota: El nombre de Raúl fue alterado a pedido de Raúl.

Thursday, March 12, 2009

Modos de cortar Tomate

Es cierto que últimamente el mercado agrícola, ya no es lo mismo. Ya no tenemos la posibilidad de contar en nuestras urbes con aquellas naturalmente coloridas y hermosas frutas frescas disponibles en la tienda de la esquina. Pero propongo que podamos sobrevivir, aunque con menor calidad de vida, ante la adversidad y logremos trocear nuestros tomates para fabricar una ensalada.

No sé qué es lo que chingada le estén poniendo a los tomates que compro últimamente, pero su piel ya no es fuerte, suave y fácil de cortar.

Es probable que el cuchillo tienda a hundirse en la moderna cuerina que estos engendros traen por piel. Quizás alguien intentó con los del tipo “serrucho” y se encontró con la novedad de que los mismos se aferran a la piel y tienden a desgarrarla más que cortarla.

El método que descubrí, comienza de la siguiente manera: tomar el tomate con una mano y con la otra cortar por la mitad, con una cuchilla, grande, sin serrucho, en lo posible muy bien afilada. La manera correcta sería sostener casi todo el peso de la cuchilla en la mano, sin permitirse hacer ninguna fuerza sobre la cáscara. Dejar que el cuchillo viaje por la superficie con suavidad, solamente haciendo uso del filo, siempre en una sola dirección y sin aplicar presión alguna.

Una vez que tenemos dos mitades a disposición, el trabajo de picado del tomate, continuaría, con una de las dos.

Se debe apoyar dicha mitad sobre la tablita, con su nueva cara plana apuntando hacia abajo. En ésta posición, es posible realizar varios cortes longitudinales para obtener las correspondientes medialunas de tomate. Nuevamente la clave es no presionar para que sólo trabaje el filo y no la fuerza aplicada por la mano.

Una vez cortado en semicilindros, se debe repetir el proceso, tomando como dirección, una perpendicular a la anterior.

Una vez terminada una mitad sin grandes destrozos, ud. puede darse por satisfecho. Debería repetir el procedimiento con la otra mitad. Algún proceso similar sufrirá la zanahoria, lechuga, palta, etc que conformará finalmente la ensalada que debería ahora si, dejarlo satisfecho y bien alimentado.