La antesala:
Es una habitación que cada uno de nosotros construirá eventualmente con gran libertad. Puede tener cuatro paredes, o más o menos, puede tener diseños variados y decoración de interior, algunos le harán feng-shui y otros no. Puede tener puertas o puede no tenerlas. No es una estructura que exista en verdad, o quizá si, en principio se podría decir que existe solo en la mente de las personas. Debido a todos los puntos en común entre los seres humanos, es muy probable que estas salas tengan sus características básicas similares aunque sean de personas distintas.
Las dos puertas:
Son las dos puertas que muy probablemente se encuentren en las “antesalas” respectivas de cada uno. Es un esquema bi-partito al mejor estilo baño público donde existe un “baño de hombres” y “baño de mujeres”, solo que en este caso, los carteles sulen decir felicidad e infelicidad (aunque pueden decir otra cosa y significar aun otra).
La elección es lo importante, entre estas dos puertas y no tanto lo que hay detrás de ellas.
Las habitaciones:
Son los dos o más cuartos separados adyacentes a los que se tiene acceso mediante cada puerta. Estos cuartos representan y simbolizan que cada persona que entre dentro de ellos vivirá una vida de acuerdo a lo que decidió el diseñador y constructor del edificio. Probablemente el cartel de la puerta sea valido y dentro de un cuarto se viva de forma que esto se cumpla, o probablemente no.
Cerrojos y “sistemas de alarma”:
Cada persona coloca en las puertas, distintos sistemas de seguridad, y protecciones. Es probable que algunos tengan puertas de la felicidad, con libre acceso y tengan puertas de la tristeza blindadas y con cerraduras de 8 llaves. Es posible que algunos tengan puertas vaivén… entrando y saliendo de cada cuarto sin mayor dificultad.
También están quienes no han construido puertas y viven sin sabér que hacer de su vida si poner cortinas o solo una arcada.
Existen también puertas con sistemas de alarma o Trabas automáticas, que uno mismo construye: sistemas que impiden salir una vez que se entró. Estos pueden ser fatales y hacernos caer muy bajo quedando atrapados. Sería preciso recordar cómo se construyo este edificio por si la cosa se pone fea y deseamos salir.
La Decisión:
La vida tiene el perfecto equilibrio de permitirnos entristecer, hasta la oscuridad, a la vez que, por momentos somos capaces de disfrutar y ser felices en extremo.
Si alguien decidiera encerrarse, seguramente con el tiempo no sería feliz. Esto hace que quienes se encierren en la euforia, por ejemplo, tarde o temprano se aburran, y transformen la naturaleza del cuarto en que se hallan. Si alguien decidiera encerrarse en el sufrimiento, seguramente sangraría su alma hasta secarse. Pero si alguien lograse vivir un tiempo en cada lugar, pintando paredes de tanto en tanto, puede que todo el edificio se llene de gozo aún en los peores momentos.
La compañía:
Ser acompañado al transitar la antesala y los cuartos, es hermoso, tener a alguien que goce de vez en cuando, o que goce con nosotros. Tener a alguien que sufra en otra sala o que disfrute de nuestra alegria husmeando desde el umbral. Alguien que ría mientras dudamos, alguien que nos vea llorar.
“No voy a llorar, si nadie me acompaña, no voy a esperar, que el destino hable por mi”
Es una habitación que cada uno de nosotros construirá eventualmente con gran libertad. Puede tener cuatro paredes, o más o menos, puede tener diseños variados y decoración de interior, algunos le harán feng-shui y otros no. Puede tener puertas o puede no tenerlas. No es una estructura que exista en verdad, o quizá si, en principio se podría decir que existe solo en la mente de las personas. Debido a todos los puntos en común entre los seres humanos, es muy probable que estas salas tengan sus características básicas similares aunque sean de personas distintas.
Las dos puertas:
Son las dos puertas que muy probablemente se encuentren en las “antesalas” respectivas de cada uno. Es un esquema bi-partito al mejor estilo baño público donde existe un “baño de hombres” y “baño de mujeres”, solo que en este caso, los carteles sulen decir felicidad e infelicidad (aunque pueden decir otra cosa y significar aun otra).
La elección es lo importante, entre estas dos puertas y no tanto lo que hay detrás de ellas.
Las habitaciones:
Son los dos o más cuartos separados adyacentes a los que se tiene acceso mediante cada puerta. Estos cuartos representan y simbolizan que cada persona que entre dentro de ellos vivirá una vida de acuerdo a lo que decidió el diseñador y constructor del edificio. Probablemente el cartel de la puerta sea valido y dentro de un cuarto se viva de forma que esto se cumpla, o probablemente no.
Cerrojos y “sistemas de alarma”:
Cada persona coloca en las puertas, distintos sistemas de seguridad, y protecciones. Es probable que algunos tengan puertas de la felicidad, con libre acceso y tengan puertas de la tristeza blindadas y con cerraduras de 8 llaves. Es posible que algunos tengan puertas vaivén… entrando y saliendo de cada cuarto sin mayor dificultad.
También están quienes no han construido puertas y viven sin sabér que hacer de su vida si poner cortinas o solo una arcada.
Existen también puertas con sistemas de alarma o Trabas automáticas, que uno mismo construye: sistemas que impiden salir una vez que se entró. Estos pueden ser fatales y hacernos caer muy bajo quedando atrapados. Sería preciso recordar cómo se construyo este edificio por si la cosa se pone fea y deseamos salir.
La Decisión:
La vida tiene el perfecto equilibrio de permitirnos entristecer, hasta la oscuridad, a la vez que, por momentos somos capaces de disfrutar y ser felices en extremo.
Si alguien decidiera encerrarse, seguramente con el tiempo no sería feliz. Esto hace que quienes se encierren en la euforia, por ejemplo, tarde o temprano se aburran, y transformen la naturaleza del cuarto en que se hallan. Si alguien decidiera encerrarse en el sufrimiento, seguramente sangraría su alma hasta secarse. Pero si alguien lograse vivir un tiempo en cada lugar, pintando paredes de tanto en tanto, puede que todo el edificio se llene de gozo aún en los peores momentos.
La compañía:
Ser acompañado al transitar la antesala y los cuartos, es hermoso, tener a alguien que goce de vez en cuando, o que goce con nosotros. Tener a alguien que sufra en otra sala o que disfrute de nuestra alegria husmeando desde el umbral. Alguien que ría mientras dudamos, alguien que nos vea llorar.
“No voy a llorar, si nadie me acompaña, no voy a esperar, que el destino hable por mi”
2 comments:
Isso realmente resolveu meu problema, obrigado!
Finalmente, conseguí lo que estaba buscando! Sin duda disfrutando cada pedacito de ella. Me alegro de haber tropezado con este artículo! sonrisa Yo los he salvado de ver cosas nuevas lo que escribes.
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